«Clama a mí, y yo te responderé…» (Jeremías 33:3). Esta es la invitación de Dios para orar y Su promesa de responder. ¡Su voluntad siempre es responder! Ten por cierto que nuestros guerreros de oración atenderán tu petición y te mantendrán a ti y a tus seres queridos en nuestras oraciones. Sin embargo, ten en cuenta que Dios no nos moverá a orar por algo que no esté establecido por las Escrituras, es decir, de acuerdo con Su Palabra.
Desde donde quiera que estés enviando tu petición de oración, ¡la distancia NO es una barrera para el Espíritu Santo! De hecho, Dios es aún más poderoso en la distancia; dependiendo del estado de tu corazón.
Por tanto, cuando estés a punto de enviar tu petición de oración, te alentamos a que liberes tu corazón de toda ofensa, dolor del pasado y amargura. ¡Sé consciente de que eres bienvenido en Su presencia! Esperamos escuchar tu testimonio, ¡en el nombre de Jesús!
Recuerda, lo que cuenta no es la cantidad de oración que hagas, sino la fe que pongas en tu oración. Por favor, no envíes la misma petición de oración más de una vez.